Estamos a punto de iniciar un viaje de muchos kilómetros, muchas millas y mucho tiempo. Es la segunda vez que compramos un coche en el extranjero y después de la experiencia en Nueva Zelanda con nuestra furgoneta Delica, decidimos hacer unos cambios para este viaje. Hemos aprendido de algunos errores e intentaremos no repetirlos.
Durante el año que estuvimos con la Working Holiday Visa para recorrer ambas islas y quizás también como vivienda, hicimos una apresurada compra de una Mithsubishi Delica del 94. Venía con una plataforma de madera y un colchón regular, ambos muy pesados. La furgoneta era muy pesada, con lo que el gasto de gasolina se elevaba mucho, en las cuestas la pobre sufría y no teníamos forma de comer sentados con mesa dentro, así que cuando llovía o hacía mucho frío nos daba mucha pereza salir fuera a preparar la comida y terminábamos comiendo en algún sitio de comida rápida. Se incrementaba por tanto el gasto de nuestro viaje.
Durante el año que estuvimos con la Working Holiday Visa para recorrer ambas islas y quizás también como vivienda, hicimos una apresurada compra de una Mithsubishi Delica del 94. Venía con una plataforma de madera y un colchón regular, ambos muy pesados. La furgoneta era muy pesada, con lo que el gasto de gasolina se elevaba mucho, en las cuestas la pobre sufría y no teníamos forma de comer sentados con mesa dentro, así que cuando llovía o hacía mucho frío nos daba mucha pereza salir fuera a preparar la comida y terminábamos comiendo en algún sitio de comida rápida. Se incrementaba por tanto el gasto de nuestro viaje.
La Delica en Nueva Zelanda. |
¿Por qué cambiamos de una furgoneta a un coche?
El movimiento “vanlife” va creciendo con el tiempo, haciéndose cada vez más popular. La consecuencia es que los precios se elevan y se están pagando cifras desorbitadas por una chatarra limpia que quedará muy mona en Instagram con el hashtag #vanlifestyle o #vanlife, pero que puede que te dé muchos dolores de cabeza (y de cartera) por averías. Lo decimos por experiencia. En Nueva Zelanda fue la única pega que le ponemos a nuestro viaje. Perdimos todo el dinero de la compra ya que no pudimos venderla porque costaba muchísimo repararla.
Por lo tanto, esta vez elegimos un coche barato porque sabemos que son viejos y que tendremos averías durante el camino. Así contaremos con ese dinero para imprevistos. Otra razón por la que elegimos un coche es porque consume mucho menos y también porque es más cómodo para la conducción en la montaña y las cuestas. Por supuesto en la furgoneta hay más espacio, pero aprovechando cada centímetro del coche se puede vivir igual de bien que en una furgoneta pequeña.
Elección del coche
En Norteamérica hay muchísimos coches familiares de siete plazas con muy buenas referencias. Al principio no nos importaba qué marca o modelo de coche, sólo lo queríamos barato y espacioso. Estuvimos acerca de dos meses buscando y viendo coches. Estábamos sugestionados de la experiencia en Nueva Zelanda, ya que no queríamos perder de nuevo el dinero. No nos fiábamos de nadie, no queríamos comprar sin antes hacerle una revisión, las revisiones que hacíamos no salían perfectas y estuvimos a punto de abandonar el viaje porque no encontrábamos el coche perfecto.
Hasta que vimos el anuncio de una familia que vendía su Toyota Sienna del año 2000. Según todas las páginas que habíamos visto era la mejor “minivan”, como la llaman por aquí, del mercado. La más segura, la que mejor rendimiento tenía, el consumo era bueno, espaciosa y la gente mantenía este coche porque aun con 400 mil kilómetros andaba bien. El precio estaba dentro de nuestro presupuesto, incluso por debajo, así que probamos. La familia nos dio buena sensación, nos lanzamos y lo elegimos como compañero de ruta. Abedul. Así se llama nuestra Toyota Sienna de siete plazas.
Conversión de coche familiar a camper paso a paso
Abedul en su primer día con nosotros. |
Diseño
Lo primero que hicimos, durante la búsqueda de coche, era ver diseños por internet. Nos poníamos muy celosos al ver algunas furgonetas en Pinterest. Con ducha, parqué en el suelo, calefacción, aislada… Perfectamente pasan por mini apartamentos. Pero vamos a ser realistas: sólo queremos este coche para un viaje de cinco meses y será verano. No necesitamos tanto lujo.
Escogimos un sencillo diseño donde podríamos dormir y comer dentro sentados y con mesa para esos día de lluvia, mosquitos, frío o pereza. También queríamos que tuviera espacio entre los asientos y la estructura para poder poner la nevera y tener almacenamiento a mano.
Al tener ya el coche, lo primero que hicimos fue medirlo para saber con cuánto espacio contábamos. Debemos aclarar que es la primera vez que hacemos esto, la primera vez que diseñamos y la primera vez que construimos algo con madera. Nuestra experiencia se limita sólo a montar el mueble de Ikea, de los fáciles. Así que nos reímos mucho con los planos, los dibujos y las medidas.
Diseño y midiendo |
Medidas
Abedul cuenta con 1,2 metros de ancho y 2,23 de largo. Nosotros medimos menos de 1,70 así que la cama medirá 1,80 para no tener que dormir al borde. Entre la cama y los asientos tendremos unos 0,40 cm donde pondremos la nevera que irá conectada al coche para mantenerla fría mientras conducimos y así no estar pendientes del hielo.
La mayoría de diseños que veíamos tenían la parte de la cocina detrás, en el maletero, para cocinar de pie estando fuera del coche. Así la teníamos en Nueva Zelanda y no nos parecía nada cómodo. Así que para nuestra cama dividiremos la estructura en dos partes. Una para almacenamiento y otra para la mesa con asientos.
Pondremos también el “comedor” al lado de las puertas traseras, ya que es la parte alta del coche. Así podremos estar sentados con la espalda recta, acceder mejor a la nevera y si hay que salir corriendo estamos más cerca de los asientos delanteros y las puertas traseras.
Para la altura de la cama escogimos unos 35 centímetros que nos deja espacio suficiente para guardar las mochilas y las cajas con comida. Contando ese espacio, el grosor del colchón y nuestro tamaño podremos estar cómodamente sentados con la espalda recta.
Espacio suficiente para estar sentados |
Madera
Con el diseño claro, elegimos la madera. Estamos en Canadá y, aunque hace casi medio siglo que cambiaron al sistema métrico, en cuestión de materiales se siguen utilizando pies y pulgadas. Esto fue un quebradero de cabeza porque las tablas venían ya con sus medidas y nos veían con cara de no entender nada cuando les decíamos nuestras medidas en centímetros.
Escogimos una tabla de abedul de media pulgada de grosor, unos 1,27 cm. Nos cortaron la tabla principal en cinco trozos. La cama queda en 1,2 m de ancho por 1,80 de largo. Luego dividimos dos zonas de almacenamiento en el maletero de 0,60 x 0,90. Y el comedor dividido en tres partes: asientos y mesa de 0,40 cm de ancho por 0,90 cm de largo. Espacio suficiente para comer dos personas, cocinar, jugar a las cartas, escribir e incluso tenemos sitio para invitados.
Para las patas y el marco de la cama escogimos una madera más robusta, para estar seguros de que no se romperá todo en medio de los baches en Yukon. Las patas tendrán una anchura de 9cm x 5,5cm y el marco de 8,7cm x 2cm . En la tienda nos cobraban 2$ por cada corte, así que aprovechando que nuestro jefe tenía un máquina ya cortamos nosotros las patas y el marco en casa.
Montaje
Eligiendo, midiendo y comparando precios |
Con todo colocado en el suelo y viendo qué encaja empezamos a taladrar. En vez de clavos escogimos tornillos, para cuando tengamos que desmontarla. Tuvimos la suerte de tener al hermano de nuestro jefe, que es carpintero, en casa de visita esos días, así que no se nos romperá y no haremos un desastre.
Todo encaja |
Empezando a taladrar nuestro hogar |
Para el almacenamiento pusimos unas bisagras para poder abrir desde el centro hacia los laterales. Los asientos los dejaremos fijos clavando más patas para que quede más sujeto y dividimos la estructura en dos partes para poder meterla y sacarla más fácil del coche.
Mitad de la construcción hecha |
Nuestro almacenamiento |
Para el colchón no nos lo pensamos dos veces. Escogimos uno de gomaespuma pero grueso y cómodo, ya que serán muchas horas y después de muchos kilómetros nuestra espalda lo agradecerá. Después de varios retrasos en la entrega y cambiando de tienda conseguimos nuestro colchón para dormir, para sentarnos y como respaldo.
Tiendas de segunda mano
Eligiendo nuestro colchón |
El Value Village nos ha ahorrado mucho dinero a la hora de complementar el coche. Allí adquirimos una tela enorme que usaríamos como funda para el colchón. Como no teníamos máquina de coser ni tiempo lo colocamos como pudimos con unos imperdibles. El resultado quedó estupendo. Además así podemos quitar las fundas para lavarlas cuando sea necesario.
Decidimos no aislar el coche, aunque muchos lo recomiendan. Se nos salía de presupuesto, de tiempo y tampoco pensamos que sea imprescindible para nuestro viaje. Veremos con el tiempo, pero para el frio compramos un nórdico en la tienda de segunda mano, llevamos los sacos de dormir y pijamas de invierno. Además será verano, así que nos preocupa más el calor.
Colchón, tela e imperdible: cama low cost |
Para las cortinas compramos dos telas muy tupidas y de poco peso. El sistema que utilizamos es de lo más sencillo, barato, práctico y entretenido. Encontramos una bolsa enorme de pinzas por 3$ y las usamos cada noche y cada mañana para enganchar la tela al coche. Conduciremos hacia el norte y las horas de luz serán muy extensas así que entre los espejos tintados y la tela que compramos no entrará ni un rayito de sol.
Otros viajeros nos advirtieron de la cantidad de mosquitos enormes que encontraremos en el camino. Vimos que una mosquitera normal costaba 25$ y no nos llegaba para mucho. Solucionamos el problema, una vez más, en la tienda de segunda mano. Unas cortinas casi transparentes y nuestras pinzas y ya no tendremos invitados indeseados decididos a picarnos.
Cocinando sin mosquitos |
Probando el tamaño de la mosquitera |
Para el tema del baño no nos preocupamos mucho porque pasaremos las noches en los aparcamientos de los supermercados o en zonas de picnic que tienen baños. Pero para emergencias, tanto si hay que hacer pipí en medio de la noche o si hay un oso en la puerta, pues hemos comprado este aparato para Ana y una botella bien verde visible para no confundirnos a la hora de beber. Las duchas las haremos en campings. A veces, aunque no estés alojado, te dejan ducharte por 1$ y después del viaje por Nueva Zelanda nos damos cuenta de que tampoco hace falta ducharse todos los días (aunque suene impopular, es la verdad).
Botella y un orinal portatil |
Nuestro fregadero low cost |
Todo lo necesario para vivir |
Presupuesto
Coche: 2500$ Inspección: 107$
Seguro para seis meses: 752$ Impuestos: 425$
Maderas: 83,91$ Bisagras y tornillos: 9,70$
Colchón: 114$ Funda: 4$ la tela y 0,75$ los imperdibles
Nevera: 55$ Linterna que carga en USB: 20$
Sartén: 13$ Cacerola: 6$
Platos: 6$ Cubiertos: 5$
Palangana: 3$ Garrafa: 19$
Cajas varias: 20$ Cortinas: 5$
Baño: 10,95$ Botella: 3$
Mantel: 3,5$ Tazas de desayuno: 6$
Cocina camping gas: 40$ Bombonas: 12$
Almohada: 10$ Sábanas: 15$
Nórdico con funda: 10$ Cassette para el móvil y la radio: 20$
Mesas: 30$ Extintor: 30$
Mesas: 30$ Extintor: 30$
Total: 4338,81$ canadienses, al cambio en euros son 2950€
Opción dormitorio |
Opción comedor |
En un camping en mitad de Yukon, Canadá |
Grande idea
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