Después de un desayuno algo escaso, cogimos “gratuitamente” el barco hacia Santa Luzia. Trás 3h y media y una conversación muy interesante sobre la historia de México, estábamos en Bérgamo. Precio del tren: 12’75€.
Nuestro amigo Diego no tenía reserva del albergue, así que fue lo primero que hicimos al llegar. Sin duda, uno de los mejores albergues a los que he ido en mis viajes. Se encuentra lejos del centro, pero a 10 minutos en autobús. El albergue (18€ persona/noche) es nuevo, las instalaciones son muy buenas, cocina, sala común, televisión, baño en las habitaciones. La gente es muy amable, tiene una terraza muy buena con vistas de toda la ciudad.
Probablemente fundada por poblaciones célticas, Bérgamo fue colonizada por los romanos y transformada en "municipium" debido a su importancia estratégica. En esta época nació la diferenciación entre la Città Alta (civitas) y la Bergamo bassa (suburbia).
Nuestro amigo Diego no tenía reserva del albergue, así que fue lo primero que hicimos al llegar. Sin duda, uno de los mejores albergues a los que he ido en mis viajes. Se encuentra lejos del centro, pero a 10 minutos en autobús. El albergue (18€ persona/noche) es nuevo, las instalaciones son muy buenas, cocina, sala común, televisión, baño en las habitaciones. La gente es muy amable, tiene una terraza muy buena con vistas de toda la ciudad.
Probablemente fundada por poblaciones célticas, Bérgamo fue colonizada por los romanos y transformada en "municipium" debido a su importancia estratégica. En esta época nació la diferenciación entre la Città Alta (civitas) y la Bergamo bassa (suburbia).
Fuimos en autobús hasta el centro y con ayuda de un mapa nos fuimos acercando a la parte alta de la ciudad. Comimos en una pizzería, como buena gallega que soy, tardé más de 10 minutos en decidirme cuál escoger de tanta variedad que había. El precio era por kilo, nos salió 9€ y nos sobro para la cena. La pizzería se encuentra por las calles de la zona monumental, tiene un escaparate muy grande con todas las pizzas a la vista.
Hay un teleférico (1€) que te lleva a un sitio precioso, alejado de turistas y con mucha tranquilidad. Desde allí pudimos apreciar todo lo que habíamos visitado antes, la zona antigua. El descenso lo hicimos caminando, entreteniéndonos nuestro mexicano con historias de su vida. Se nos hizo de noche y la iluminación de la ciudad, aún la hizo bonita si cabe.
Cuando llegamos al albergue, sobre las 22:30, estaban en el hall unas cuantas personas hablando español y rápidamente nos unimos a la conversación. Terminamos: dos ecuatorianas, tres italianos, un venezolano, un mexicano y dos españolas hasta las 2 de la madrugada riéndonos y hablando de mil cosas. Bonita noche, gracias a todos.
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